La Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos (A.P.D.F.A.) es una Asociación Profesional de primer grado, constituida el 5 de abril de 1957 y a partir del 30/4/62, de acuerdo a la resolución D.G.A.P. Nº 15/62, se integra el Personal de Puertos Argentinos. Tiene jurisdicción gremial en todo el territorio del País y su domicilio legal en la Calle Billinghurst 426/28 de la Capital Federal.
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viernes, 18 de noviembre de 2011

Día del militante, acto en la A.D.I.F.


El día 17 de noviembre de 2011 se celebró el Día del Militante, en conmemoración del regreso del General Perón al país, ocurrido en 1972. Para la ocasión diversas agrupaciones de militantes agrupados en A.P.D.F.A. organizaron un acto al cual concurrieron las mas altas autoridades gremiales del país. Por la Unión Ferroviaria asistió el compañero Sergio Sacia, por La Fraternidad el compañero Omar Maturano y por A.P.D.F.A. el compañero Humberto Gómez, ademas de diversos compañeros de la Asociación de Señaleros, en representación de la Comisión Directiva; Delegados, y Secretarios de diversas seccionales de todos los gremios ferroviarios en todo el país. Para destacar la presencia de autoridades de A.D.I.F. y del Interventor del Ferrocarril General Belgrano S.A. Dr. Gabriel Bran.



En representación de la agrupación ferroviaria 17 de Noviembre, de Rosario, asistieron los compañeros Luis Brandan y Alberto Dieguez, de la Comisión Ejecutiva de la Seccional Rosario de A.P.D.F.A.




Promediando el Acto tomó la palabra el compañero Julio A. Speroni de la Comisión Directiva de A.P.D.F.A. quien pronunció un discurso al que adhirieron todos los representantes gremiales de todos los gremios ferroviario argentinos.





A continuación el texto de dicho discurso.

Día del Militante - Día de la soberania

Conservar la identidad, avanzar hacia el futuro.


La Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos Nacionales tiene una larga historia de lucha. Es preciso mantenerla presente, mucho más en este momento que recordamos con fervor el “Día del Militante” fecha que para todos aquellos que compartimos el ideario justicialista tiene la enorme significación de conmemorar un nuevo aniversario del retorno definitivo del General Perón a la Patria, luego de 17 años de forzado exilio.

Debemos recordar en este Acto a todos aquellos compañeros del campo popular que ofrendaron sus vidas en el largo y permanente camino que el pueblo argentino traza en pos de la liberación nacional y social. Y al hacerlo estamos significando lo que es para cada uno ser militante de una causa.

El militante es desprendido, no es egoísta, el militante sabe y reconoce perfectamente que un sindicato es una organización colectiva que se recrea constantemente y que, nutriéndose desde la base, procura siempre alcanzar objetivos solidarios y de unidad de todos los trabajadores.

Somos herederos y depositarios de las mejores tradiciones del sindicalismo argentino. Resistencia Peronista, CGT de los argentinos, CGT Brasil, Movimiento de Trabajadores Argentinos. Somos la síntesis de todas las corrientes que nos hicieron grandes y consecuentes detrás de nuestros objetivos.

Por eso en esta hora en la que se consuma un sueño largamente acariciado por los compañeros cual es la creación de la Federación de Gremios Ferroviarios y la reincorporación de nuestra organización a la entidad madre de todos los trabajadores argentinos: La Confederación General del Trabajo; sentimos que sin prisa pero sin pausa vamos concretando nuestros ideales que en un futuro cercano redundará en beneficio del conjunto de todos los compañeros por nosotros representados.

Decíamos en un comienzo que APDFA tiene una larga historia de lucha. Y ese no es patrimonio de un grupo o sector de compañeros. Ni siquiera es patrimonio de una idea política determinada. Todos los compañeros han contribuido a engrandecer nuestra organización, estemos o no de acuerdo, porque han dado lo mejor de sí, sin pedir nada a cambio.

Por ello y frente a los nuevos desafíos que se van a ir presentando es necesario – más que nunca- recrear ese vínculo de solidaridad y compañerismo, con una mentalidad y una actitud incluyente, no sectaria, pero si demostrando en los hechos que no existe un proyecto sindical sin un proyecto político.

Y ese proyecto político no puede ser otro que aquel que nos garantice la consecuencia de una práctica y de una idea que nos lleve al triunfo final. En virtud de nuestras mejores tradiciones debemos afrontar el desafío de crecer. Y crecer significa avanzar sobre lo que ya hemos consolidado y aspirar (con bases firmes) a nuevos logros, a nuevas representaciones, a nuevos convenios colectivos, a avanzar con más afiliaciones de otros compañeros, de otras empresas.

Cuando señalamos que no se puede avanzar, que no existe concretamente un proyecto sindical sin un proyecto político, decimos sobre la realidad –no en abstracto- que tenemos la obligación, como trabajadores, de plantearle al resto de los actores sociales en qué modelo de sociedad queremos vivir.

No podemos ser meros espectadores de lo que suceda. Conocemos nuestro trabajo, para eso nos capacitamos, y entendemos que la economía debe estar al servicio del pueblo y de un modelo de desarrollo. Somos peronistas, creemos en el mercado interno y en el círculo virtuoso de la producción-pleno empleo-mejores salarios-consumo. Creemos que debemos recuperar el Estado como una herramienta para la liberación y que el modelo corrupto “falaz y mentiroso” es el salario de la dependencia.

Cuando en la “segunda década infame” se destruyeron las Empresas del Estado se rompe el círculo defensivo que varias generaciones de argentinos con genio y trabajo había creado durante muchos años. Era al decir de los historiadores la época del nacionalismo defensivo.

Desde que el General Mosconi se quedara sin combustible siendo el dueño de la canilla la Estándar Oil, rápidamente comprendió que entre otras cosas, nunca seriamos soberanos si no lográbamos el autoabastecimiento de combustible. No era marxista, era un patriota lleno de impotencia que comprendió que el suministro estaba en poder del enemigo.

De la misma forma Raúl Escalabrini Ortíz predicaba en el desierto con las investigaciones económicas desnudando la raíz de nuestra dependencia, hasta que el genio patriótico del General Perón nacionalizó los ferrocarriles y plasmó la soberanía económica. Es ese el principio de una historia sin par y nuestro ideario irrenunciable.

Recuperar nuestras empresas como palancas del desarrollo y el crecimiento. La oportunidad está próxima y no podemos ni debemos dejarla pasar. Recuperar la empresa ferroviaria y al sistema portuario nacional con un criterio estratégico que recupere el control sobre los fletes y su repercusión en los costos internos de las mercaderías, el comercio exterior y el fomento de empleos dignos.

Por último vale recordar que no es casualidad que el día del Militante y el de la Soberanía estén tan cercanos en el calendario como en nuestro corazón.

Recordemos con emoción las vibrantes palabras del General Lucio Mansilla en su célebre proclama de la Batalla de Obligado: “… Vedlos, camaradas, allí los tenéis… ¡Considerad el tamaño insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un rio que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos! Peros se engañan esos miserables. Aquí no lo serán! …No es verdad camaradas? Vamos a probarlo!

Este es el espíritu que inspiró por ejemplo a Felipe Vallese y a todos los compañeros que ofrendaron su vida por la causa de la liberación nacional y social. Sólo se es militante de causas nobles y patrióticas y mucho más si se libran las batallas que contemporáneamente nos corresponden.

Por la Liberación Nacional y Social!
Por la Justicia Social – La soberanía Política y la Independencia Económica.





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